Agroturismo para el mundo

Agroturismo para el mundo

La Requilina, en la zona rural de Usme

 

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Se capacitaron 10 diez jóvenes del área como intérpretes ambientales. Además se asesoró a las familias propietarias de las fincas para su adecuación con recursos propios.

 
“Una nueva Bogotá, pintada de verde y con auténtico sabor campesino”, con este lema, se busca crear un modelo de turismo colombiano.

 
Por ello, el Instituto Distrital de Turismo, en alianza con la Corporación Cultural FAUS, lanzó la ruta agroturística La Requilina, ubicada en la localidad de Usme, una amplia zona rural, en la que se encuentran fincas y unidades productivas, que fueron adecuadas para recibir el turismo nacional e internacional.

 
Esta novedosa propuesta incluye actividades agropecuarias, servicios de transporte, alimentos y bebidas, muestras culturales, degustación y venta de alimentos extraídos directamente de las huertas orgánicas de la región.
 
Sobre el particular, el director del IDT Luis Fernando Arias resaltó la importancia de impulsar este nuevo tipo de turismo que ya se impone en otros países de América Latina. “Además de presentar un nuevo potencial turístico de Bogotá, la ruta agroturística se convierte en una alternativa complementaria rentable, que se suma a la actividad agrícola de los campesinos, con el fin de evitar su desplazamiento al área urbana con el consecuente incremento de la informalidad laboral”, comentó Arias.

 
Durante la primera etapa del programa, se busca generar espacios de participación comunitaria, mostrando a
los labriegos cómo el aprovechamiento del entorno, el adecuado uso de los recursos turísticos y la apropiación de buenas prácticas de turismo rural, constituyen las bases para una excelente prestación de servicios turísticos.
 
“Con este tipo de actividades en convenio con el IDT lo que buscamos es que la ciudadanía, especialmente en Bogotá, venga y conozca lo que nunca han pensado que se encuentra aquí. Que conozcan la vida del campesino en esta zona rural de la ciudad” dijo Ana Otilia Cuervo, una de las guías del recorrido y líder comunal de la zona rural La Requilina.

 
Y agregó: “Quienes habitamos este lugar estamos organizados; cultivamos los productos agrícolas, no sólo para nuestro consumo, sino para el de
la ciudad, ya que muchos de nuestros cultivos van a parar a Abastos. Eso es motivo de orgullo para nosotros; realmente estamos muy contentos por haber llevado a cabo este gran proyecto”.

 
La Esmeralda, El Pantano y La Morelia son algunas de las trece fincas que hacen parte del recorrido Agroturístico, proyecto iniciado hace unos meses, que además incluyó la instalación de 22
señales turísticas; trece avisos de fincas, siete interpretativos y dos informativos; la realización del diseño de productos turísticos adicionales a los existentes, vinculando los servicios y actividades agropecuarias, así como el fortalecimiento de las estrategias de mercadeo, comunicación y comercialización de la ruta.

 
Adicionalmente, se capacitó como intérpretes ambientales a diez jóvenes que viven en la zona; se dio asesoría a las familias propietarias de las fincas para su adecuación con recursos propios; y se capacitó a la población campesina en el funcionamiento de la ruta turística local y en la prestación de servicios turísticos tales como la guianza, servicio al cliente, contabilidad, técnicas de comunicación y expresión.

 
“Esta es una verdadera revolución en el sector del turismo de Bogotá. La ciudad es de por sí una de las metrópolis más modernas del continente, pero afortunadamente tiene la ventaja de poseer todavía la sabiduría de nuestros antepasados, representada en esos campesinos que ahora serán anfitriones para el mundo”, concluyó Arias.

 
La ruta consta de tres tipos de recorridos guiados por jóvenes intérpretes ambientales, que incluye la posibilidad de visitar fincas de la vereda en donde se reciben charlas sobre prácticas agropecuarias sostenibles o del oficio artesanal tradicional. Así mismo, comprende una visita a la exposición fotográfica sobre la memoria del territorio, en la antigua estación del tren de Usme, en la que se pueden observar, entre otras cosas, fotos de las primeras familias que habitaron la zona.

 
Entre las experiencias ofrecidas en las fincas, se destacan: la producción de tomate bajo invernadero, el cultivo de flores, la crianza de aves de corral, el cultivo de mora, la cría y producción de cerdos y la producción de humus y quinua.
 

Las personas interesadas en conocer esta nueva oferta turística rural en Bogotá, se pueden contactar con las comunidades en el link www.agroturismolarequilina.com, en el email, info@agroturismolarequilina.com o comunicarse a los teléfonos 3143835740 – 3014177362.

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