Cada colombiano merece un trabajo decente

La lucha de las personas por un trabajo digno aumenta en el mundo, Colombia no es la excepción. Foto Sxxi.net

Sxxi.net- Derechos. El trabajo decente es un concepto desarrollado por la Organización Internacional del trabajo OIT, y hace referencia al deber ser del trabajo para el ser humano.  Los ejes centrales de esta propuesta son la dignidad, la seguridad, la protección y la libertad del trabajador.

Desde 1991, el Ministerio de Trabajo de Colombia, acogiendo los postulados de la OIT,  ha planteado que, ciudadanas y ciudadanos del país tienen derecho al trabajo denominado decente, lo que significa “contar con un trabajo que produzca un ingreso digno; que provea seguridad, protección social para el trabajador y sus familias; que tenga mejores perspectivas para el desarrollo personal e integración a la sociedad; libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afecten sus vidas; igualdad y oportunidad en el trato para hombres y mujeres”;  en otras palabras, un trabajo ideal, que reconoce la importancia de fortalecer la dignidad, la estabilidad, la paz social,  mediante el cual se concreten 4 objetivos estratégicos, a saber:

 Crear empleo e ingresos, porque sin empleo productivo no se logra tener una vida digna, ni desarrollo social, económico, ni personal. Así las cosas, la OIT invitó desde esa ápoca a los gobiernos a garantizar empleo digno, una economía que genere creación de empresas y oportunidades como condición fundamental de un modo de vida sostenible.

Garantizar los derechos de los trabajadores en especial de los trabajadores más vulnerables, que deben estar amparados por leyes de obligatorio cumplimiento que beneficien sus intereses, sus derechos fundamentales en el trabajo, como la libertad de asociación, la libertad sindical, la negociación colectiva, eliminación del trabajo forzoso u obligatorio, la abolición del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación.

Extender la protección social garantizando que ciudadanas y ciudadanos disfruten de condiciones seguras en el trabajo, descanso, tiempo libre, y un sistema de protección social adecuado.

Promover diálogo social, que incluye según el documento “todos los tipos de negociación, consulta e intercambio de información entre representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores sobre temas de interés común. Puede ser tripartito, donde gobierno interviene como parte oficial en el dialogo, o bien, bipartito en donde la relación es exclusiva de trabajadores y empresas, con o sin participación indirecta del gobierno. La participación de organizaciones de trabajadores y empleadores, sólidas e independientes, es fundamental para incrementar productividad, evitar conflictos en el trabajo y crear una sociedad cohesionada”.

Como es evidente, el trabajo decente, al momento continúa siendo una utopía para la gran mayoría de la población colombiana y, por el contrario, cada vez las garantías y los beneficios laborales son recortados de manera peligrosa, ocasionando hastío y la necesidad urgente de protestar y de ejercer la desobediencia civil, para dar a conocer la inconformidad que agobia. Infortunadamente estos llamados angustiosos de los que sufren, son desatendidos por quienes hemos elegido, no, para que sean verdugos de los sueños de progreso de los colombianos, sino para que ejerzan su deber de trabajar comprometidamente por mejorar las condiciones de vida de cada persona de este país. La crisis se agudiza y es responsabilidad del gobierno tomar conciencia del papel que debe cumplir para garantizar el bienestar social y el desarrollo del país.

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