Ganador en 20 oportunidades de la liga de la primera división inglesa, 12 veces de la FA cup, 3 ligas de campeones (Champions League), una Copa Mundial de Clubes y muchos más trofeos. Este es el inmenso palmarés del Manchester United, uno de los más grandes y laureados conjuntos de Inglaterra. Sin embargo, desde la salida de Sir Alex Ferguson, se ha convertido en un equipo al que le ha sido imposible sostener una idea, mantener a un entrenador por varias temporadas, y recuperar la grandeza que le caracteriza.
Ni David Moyes, Ryan Giggs, Louis van Gaal, José Mourinho, Ole Gunnar Solskjær, han podido encontrar la fórmula para dar vuelta a la situación. Del fútbol llamativo, con explosión por las bandas, ataques certeros y defensas férreas no queda ni la sombra. Dejaron de ser el conjunto propositivo al cual ningún rival quería enfrentar, que luchaba hasta el final por el campeonato, y ahora esperan si acaso, conseguir un lugar en copas europeas, dejando puntos en el camino de manera insólita, con rivales de media tabla para abajo.
Sin embargo, no toda la culpa es de los técnicos, pues fichajes importantes que se realizaron, sobre todo en la primera etapa post Ferguson, no rindieron, como es el caso de Di Maria, Memphis Depay, Alexis Sánchez, Falcao, Lukaku y, sobre todo, Paul Pogba, jugadores por los que se pagó mucho dinero y no contribuyeron al desarrollo del equipo.
Recientemente la escuadra perdió su último partido contra el Burnley, 2-0 y se estacionó en la 5ta posición en la Premier League, a 33 puntos del líder; es decir, el Liverpool podría no presentarse a 11 partidos y el Manchester United tendría que ganarlos todos para alcanzarlo. Triste situación, sobre todo si se tiene en cuenta que hablamos del equipo más rico del mundo, por encima de potencias como el Real Madrid, Barcelona, Paris Saint Germain o Manchester City.
Esperemos que el club y los dirigentes tomen medidas lo más pronto posible, realicen una reestructuración de raíz, contraten fichajes de jerarquía, para acabar con ese suplicio que parece no tener fin y para que nosotros, los amantes del fútbol podamos disfrutar nuevamente el gran equipo que solía ser.