Proteja la Tierra y mejore sus finanzas

El Día de la Tierra, nos recuerda que debemos cuidar nuestro paraíso. Foto: Mediamodifier

En el Día Internacional de la Tierra tome la decisión de cuidarla y también su bolsillo reduciendo el consumo y el despilfarro.

Sxxi.net-Ambiente. Partamos diciendo que consumo y consumismo no es lo mismo, y la definición de uno y otro, aclarará la diferencia sustancial que hay entre estos dos conceptos.

Consumo

Es la acción de adquirir algo para satisfacer necesidades o deseos.

Consumismo

Es una actuación inmoderada, sustentada en un modelo social basado en el estatus y la posesión,

que consiste en obtener bienes que usualmente no necesitamos.

Covid – 19 y consumismo

Si algo ha demostrado la pandemia  es que todos consumimos en exceso; eso lo comprobamos al revisar nuestros closets llenos de ropa que ahora no usamos; el estante de los zapatos de los cuales solo calzamos uno o dos pares; las alacenas colmadas de productos vencidos, los adornos en demasía y otros objetos inútiles que tenemos y no empleamos.

Planteamiento del sistema económico sobre el consumismo

Distorsionando la realidad, el consumismo es vendido como sinónimo de desarrollo, asimilado a los conceptos de igualdad, calidad de vida, y felicidad,  todo alrededor de la creación de necesidades artificiales, soportadas en estrategias de marketing, que envuelven al ciudadano en una práctica constante de consumo innecesario, y a la vez, justifica la existencia de una sociedad conformada por estratos, en donde la aspiración  del ascenso de nivel y el reconocimiento social, marcan la vida educativa y laboral de los seres humanos,  en relación estrecha con el consumo.  Desde esta lógica, el que no consume no disfruta la vida, ni es feliz.

Así las cosas, la acumulación de bienes se constituye en el sentido de la sociedad actual, cuyo eje central es este ejercicio irracional, irreflexivo e inconsciente, que resume el significado de estar vivos en tener para consumir desproporcionadamente, sin importar si eso que adquirimos compulsivamente es realmente útil y necesario en nuestras vidas.  Lo paradójico es que muchas veces, las cosas que se compran terminan siendo desechadas rápidamente, después de generar un hueco cada vez más grande en nuestras finanzas ya apaleadas, con la consecuencia lógica de fomentar más la explotación insensata de recursos naturales y los estados psicológicos alterados por no tener dinero.

Consumismo y cambio climático

Considerando la ruina ambiental que ocasiona el consumismo, por su condición ilimitada e incontrolada de satisfacción, combatirlo debería ser uno de los objetivos principales de la humanidad para luchar efectivamente contra ese problema grave que hemos generado, del cual estamos advertidos, y que compromete desde ya, la calidad de vida de la población en general, en razón a los impactos nocivos provocados por el deterioro ambiental; también la economía personal y familiar cada vez más disminuida y en sobreendeudamiento, en especial de las poblaciones vulnerables y clase media; y la existencia de la totalidad de seres que habitan el Planeta.  Adicionalmente, el consumismo trae como secuela el incremento de la cantidad de basura que se produce en el mundo, la pérdida de ecosistemas valiosos para la supervivencia, el derroche de recursos y su destrucción debido a la creciente demanda.

Consumismo y finanzas

La práctica consumista deteriora de manera decisiva las finanzas.  Pocos se escapan de la trampa que les tiende la publicidad para comprar compulsivamente cosas superfluas, sin tener en cuenta cómo esta costumbre afecta su presupuesto; de hecho, se puede afirmar, que el alcance personal de los objetivos financieros es inversamente proporcional al consumismo. Pero hay más, los estudiosos del tema han identificado otros factores que están involucrados en el comportamiento consumista, como por ejemplo, la influencia de personalidades y grupos de referencia  que imponen tendencias de consumo, y las estrategias comerciales de bancos y establecimientos comerciales que ofrecen estímulos para que la gente se endeude pagando altos intereses, dejándole sin dinero, como resultado de una gestión financiera equivocada.

Ante esta realidad ¿qué debe hacer el consumidor responsable?

Aquí algunas ideas.

  • Preguntarse si lo que va a adquirir es necesario.
  • Escoger bienes y servicios amigables con el Planeta.
  • Hacer una lista de las cosas básicas para no comprar productos que no requiere motivado por la publicidad.
  • Consumir lo indispensable sin incurrir en excesos.
  • Revisar cuidadosamente el presupuesto para saber con certeza cuánto se puede gastar sin endeudarse ni erogar más de lo que gana.
  • Rehuir hacer esas compras pequeñas que minan sin darse cuenta el presupuesto.
  • Evitar desperdiciar alimentos congelando o precocinando.
  • Ahorrar luz desconectando dispositivos electrónicos y apagando bombillas; cerrar la llave del agua mientras se cepilla los dientes, se afeita o lava la loza.
  • Reducir, reciclar, reutilizar, reparar y rechazar productos que menoscaban el ambiente.
  • Practicar el consumo colaborativo.
  • Ahorrar si le es posible.

El cuidado del Planeta y las buenas finanzas se consiguen poniendo en práctica estos consejos y convirtiéndolos en hábitos.

Comparta, gracias!

Le puede interesar:

Patrocinado por: