Sxxi.net. La convivencia entre vecinos en algunas ocasiones se torna pesada, desagradable, conflictiva y puede conllevar a problemas mayores. Entonces, ¿cómo debemos actuar para vivir en paz y armonía en nuestra comunidad? En esta nota Sxxi.net sugiere algunas pautas claves para contribuir a ese propósito.
Actuaciones que dañan las relaciones
“Usted no sabe quien soy yo”, “Espere y verá lo que le voy a hacer”, vociferaba un hombre a una mujer que le reclamaba porque sus perros hacían sus necesidades en sus plantas; música estridente hasta las 4 de la mañana, de la vecina que tenía una fiesta, y al día siguiente seguía igual; malestar por recoger del jardín los excrementos de gatos que circulan libres por las casas; mal uso del espacio público; escándalos, peleas, el humo del cigarrillo, entre otros, generan dificultades, enemistades, riñas y hasta desenlaces fatales entre vecinos.
Al respecto, alguien dijo una máxima incuestionable: “Cuando se compra vivienda, casa o apartamento, se compra también vecindario y entorno” y, es verdad. A los pocos días de ser víctimas de una o más de las actuaciones mencionadas nos damos cuenta de que optar por vivir en ese sector no fue la mejor decisión.
Razones para ser buen vecino
El buen vecino(a) nos da tranquilidad, confianza, respeto y seguridad; construye relaciones de solidaridad y apoyo que todos necesitamos, en especial, en casos de emergencia. A nivel mental las investigaciones muestran que ser buen vecino aporta, a quien lo es, felicidad, salud y longevidad. Adicionalmente, ser buen vecino(a) evita peleas, roces y discusiones innecesarias. Para quien no es buen vecino el panorama es contrario. Lo cierto es que con nuestras actuaciones elegimos si queremos vivir en un escenario de paz o de guerra con nuestra comunidad.
Veamos algunas recomendaciones
1-Presentarse y ser amable
La amabilidad es un valor social, una cualidad que nos hace tratar al vecino(a) con el respeto y benevolencia que queremos ser tratados. De ahí que, en principio, es conveniente presentarnos para abrir las puertas a la comunicación, intercambiar teléfonos e información sobre la dinámica del barrio, sobre las normas y reglas de convivencia, haciendo de este encuentro una experiencia agradable que permita entender cómo obrar.
2-Actuar responsablemente con el animal de compañía
Siendo este, uno de los principales motivos de mala convivencia entre vecinos se le debe poner especial atención. En tal sentido, es necesario tener al día las vacunas por si ocurre algún accidente, que debemos evitar al máximo; educar a nuestro animal de compañía para que no ataque a las personas u otros animales: cumplir las normas del Código de Policía sobre tenencia de animales peligrosos y llevarlos siempre con correa y bozal; orientarlos para que tanto perros como gatos, hagan sus necesidades en lugares adecuados como zonas verdes o areneras; recoger y depositar los excrementos en los sitios adecuados, teniendo cuidado de que no lo hagan frente a las casas o en lugares que los vecinos cuidan y consideran un territorio de valor, menos, en el espacio público. Igualmente, en caso de que esto ocurra por descuido, es conveniente disculparse y limpiar muy bien el entorno, evitando que ocurra nuevamente. Así todos en paz, pues nada más agradable que una persona consciente y que repara el daño causado sin hacer mala cara o pelear.
3- Hablar respetuosamente
Los conflictos se presentan a diario entre personas, y deben ser vistos no como un problema sino como una oportunidad para crecer. Invitar a la conversación, aceptar hablar, escuchar con atención y respeto, ponerse en el lugar del otro, establecer acuerdos y cumplirlos; evitando que el vecino tenga que insistir una y otra vez en la solicitud hecha para llevarla a cabo; esto agota la paciencia y la relación. Igualmente, si niños o animales de compañía han incurrido en algún daño, hablar con los padres o el responsable de la mascota es una idea mejor que infringir por mano propia alguna sanción para ellos porque hacerlo puede traer graves consecuencias.
4-El ruido es suyo, no del vecino
En este caso es necesario cumplir las normas sobre horarios para hacer ruido o poner música con volumen alto, respetando las horas de sueño y la tranquilidad de los demás; moderar el tono de voz, el sonido estridente de aparatos electrónicos, evitar gritos y peleas, sin que el vecino tenga que recurrir a llamar a la autoridad para hacer cumplir la norma.
5-Informe si va a hacer arreglos
Así los vecinos entenderán la causa del ruido inusual si debe hacer reparaciones en casa, y cumpla con los horarios establecidos según el Código de Policía.
6-Respetar los límites de las propiedades
No invada los espacios del vecino, no los incomode instalando sus cosas en el lugar que no corresponde, pida permiso si es absolutamente necesario, evite causar daños y si lo hace, repare de inmediato.
7-El humo del cigarrillo daña a sus vecinos
El humo que contiene más de 700 sustancias químicas y, por lo menos 70 altamente cancerígenas, deteriora la salud especialmente de quien lo recibe (fumador pasivo), no de quien lo fuma. Desde esa claridad si va a fumar, que el humo no llegue a sus vecinos. Escoja un lugar lejano en donde nadie sea afectado. Si Usted decide enfermar con esta práctica no arrastre irresponsablemente a los demás.
8-Evitar los rumores
Ni escuchar, ni traer o llevar, así vivirá siempre en paz y en buena relación con todos.
9-Pagar a tiempo los aportes comunes
Porque son en beneficio de todos y el atraso impide que se lleven a cabo tareas, servicios u obras necesarias para la comunidad.
Y recuerde, cada persona es diferente, aún los miembros de una misma familia lo son, así que trate con respeto esas diferencias porque esta es la condición esencial de la buena y sana convivencia.
Dejamos al lector(a) la tarea de agregar otras consideraciones que puedan aportar a vivir tranquilo(a) y en paz en comunidad.
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