
-Por: Sxxi.net Ecosociedad
-Fuente: Estudio Panorama y apuestas por las juventudes de Bogotá – Secretaría de Integración Social.
El pasado 11 de julio se llevó a cabo esta conmemoración que en 2025 centró su atención en la población juvenil bajo lema Empoderar a los jóvenes para que formen las familias que desean en un mundo justo y esperanzador, propósito que parece lejano para un alto porcentaje de la población juvenil de nuestro país, especialmente afectada por injusticia social, desesperanza, brechas económicas, barreras en múltiples sentidos y factores de riesgo que inciden dramáticamente en su trayectoria y proyecto de vida.
La juventud en Bogotá
Según cifras aportadas por entidades oficiales y consolidadas en el estudio Panorama y apuestas por las juventudes de Bogotá de la Secretaría de Integración Social, la ciudad cuenta a 2025 con 1.753.316 jóvenes, entre 14 y 28 años de edad, (22% del total de la población de Bogotà), de los cuales el 50,2% son hombres y 49,8% mujeres. Las localidades con mayor población juvenil son Suba (16,1%), Kennedy (13,4%), Bosa (10,1%) y Engativá (9,9%), concentrando 880.000 personas, que representan alrededor del 50% de los habitantes jóvenes de la ciudad.
Vulnerabilidad socioeconómica de la juventud bogotana
Para analizar este factor el informe tuvo en cuenta indicadores como la pobreza monetaria que según el DANE se relaciona con la posibilidad de cubrir una canasta básica mensual de alimentos, bienes y servicios esenciales. Así quienes tienen ingresos inferiores a este umbral se ubican en situación de pobreza monetaria. Otro aspecto identificado fue el Índice de Pobreza Multidimensional – IPM, que tiene en cuenta aspectos como el acceso a la educación, las condiciones de la niñez y juventud, el empleo, la salud, el acceso a servicios públicos domiciliarios y las condiciones de la vivienda. El último indicador son los registros de jóvenes en el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales – SISBÉN.
Hallazgos sobre los(as) jóvenes de Bogotá en relación con distintos estudios
Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE (2023), citada por este estudio, el porcentaje de jóvenes que fueron clasificados en pobreza monetaria alcanzó el 24,9%, evidenciando una mayor incidencia de la pobreza en este grupo etario en comparación con la población general que correspondía al 23,7%. Las estadísticas muestran concentración de jóvenes en pobreza monetaria, en el sur de Bogotá, situación que ha sido una constante en la ciudad.
Ahora bien, la Encuesta de Calidad de Vida (DANE, 2023), señaló que el 3,5% de la población joven en Bogotá se encontraba en situación de pobreza multidimensional, afectados por trabajo informal (53,3%), bajo logro educativo (20,6%), rezago escolar (19,9%) y desempleo de larga duración (14,7%).
Por otra parte, la Encuesta Multipropósito (2021) mostró la incidencia de la pobreza multidimensional en Bogotá para la población juvenil con mayor impacto en las localidades de Sumapaz (13,6%), Usme (12,8%), Ciudad Bolívar (11%) y Santa Fe (10,7%), evidenciando las condiciones de vulnerabilidad socioeconómica de los y las jóvenes en estos territorios.
Ahora bien, según reporta el SISBEN, en 2024, el 44,4% de la población joven del Distrito se encuentra en los grupos A, B y C, lo cual significa en situación de pobreza extrema, pobreza moderada o en vulnerabilidad. Preocupante cifra que debe instar a las fuerzas vivas de la sociedad a trabajar decididamente por mejorar las condiciones de vida de los jóvenes de la ciudad.
Otro estudio que aporta información es el Índice Multidimensional de Inclusión Productiva (IMIP) en 2023 que muestra como el 46% de las y los jóvenes en Bogotá se encuentra en situación de exclusión productiva, es decir, casi la mitad de los jóvenes tienen dificultades para ingresar al mercado laboral formal o redes productivas que les permitan acceder a ingresos de manera estable, siendo las mujeres jóvenes quienes enfrentan menor acceso al empleo, desempleo más alto, discriminación de género y carga de trabajo doméstico no remunerado.
Para el 2024, 276.646 jóvenes, 150.638 (54,4%) mujeres y 126.008 (45,6%) hombres, no trabajan ni estudian, evidenciando un mayor porcentaje de mujeres viviendo esta situación. El acceso a la educación también tiene una alta influencia negativa en la vida de esta población, por falta de oportunidades, recursos y altas tasas de deserción.

Salud mental
En este tema, más sensible a raíz de la pandemia, se encontró alta incidencia de ansiedad y depresión en la población joven de Bogotá. En 2024 el informe señala que el 65% de los casos de ideación suicida se registraron en mujeres especialmente jóvenes (20% del total ) y en mujeres adolescentes (19,7%). Adicionalmente se reportaron 8.582 intentos de suicidio, predominando en el grupo de jóvenes con un 42,2% afectando principalmente a mujeres (64%), y en las localidades de Suba, Bosa, Kennedy.
Si se habla de mortalidad por suicidio en 2024, las cifras muestran a los jóvenes entre 20 y 29 años como los más vulnerables, con mayor consumación en las localidades de Kennedy y Bosa.
Maternidades y paternidades tempranas
El estudio hace referencia a cómo esta condición se constituye en un desafío para el acceso a oportunidades educativas y laborales. “Según GOYN (2023), una de cada dos madres jóvenes tuvo su primer hijo antes de cumplir los 18 años”. Así mismo SaluData (2023) reporta que la tasa de natalidad en Bogotá para mujeres está entre los 15 a 29 años, siendo las más altas en
Los Mártires (40,2%), Sumapaz (39%) y SantaFe (37,5%). En contraste, las tasas más bajas se encontraron en Teusaquillo (8,3%) y Puente Aranda (11,1%).
Consumo problemático de sustancias psicoactivas
En relación con este aspecto, un estudio realizado en 2022 por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito y la Secretaría de Salud de Bogotá encontró que el consumo de sustancias psicoactivas es más prevalente entre jóvenes de 18 a 24 años (22,7%), y jóvenes entre 25 a 34 años (19,5%). Sobre el consumo de alcohol, la mayor cifra se ubicó en personas de 25 a 34años (55,1%), seguidas por el grupo de 18 a 24 años (51,6%).
El estudio también mostró que la mayor proporción de personas que cumplen los criterios de abuso y dependencia de sustancias están entre los 12 a 17 años.
Los hombres jóvenes entre 12 y 24 años son los más frágiles ante consumo de SPA.

Entornos de violencia y vulnerabilidad juvenil
De acuerdo con SaluData (2024), las mujeres jóvenes (18 a 28 años) de estrato 2 y 3 son las más damnificadas por violencias emocionales, sexuales, físicas, abandono, negligencia y violencia económica. En cuanto a violencia sexual en jóvenes, ocurren principalmente actos sexuales con abuso de fuerza y el acceso carnal violento. En cuanto a la violencia física, se ejerce usualmente con uso de armas u objetos contundentes.
La violencia intrafamiliar también tiene una alta incidencia en las localidades de Kennedy y Ciudad Bolívar. Estas localidades también ostentan cifras elevadas en otros delitos, asegura el estudio.
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Conclusiones
1-Es fácil imaginar cómo será la situación de los jóvenes en otras regiones del país, si tomamos como referencia la situación de los y las jóvenes en la Capital, de ahí que las medidas para remediar el daño causado deben ser inmediatas y con el concurso de todas las fuerzas vivas del país.
2-Antes que empoderar a los jóvenes para que formen las familias que desean en un mundo justo y esperanzador, es necesario y urgente adelantar acciones para contrarrestar los problemas que aquejan a la población juvenil bogotana y de Colombia, en especial en situación de vulnerabilidad económica, precisamente para contribuir a la construcción del mundo justo y esperanzador en el que se espera vivan.
3-Los jóvenes en nuestro país no han sido históricamente sujetos de cuidado, protección, cumplimiento de sus derechos; al contrario, muchas Administraciones nacionales, regionales y locales han respondido con sangre y fuego sus justos requerimientos, hecho lamentable de quienes no ven que tanto jóvenes, como niñas y niños son el presente y el futuro del país, y que si no tienen oportunidades reales o se van del país, no habrá quien sostenga el inequitativo sistema que tanto defienden. Por tanto, invertir en su bienestar, salud, educación, condiciones dignas de vida y oportunidades, sin mezquindades, es la clave de un mejor vivir para todos.
4-Los(as) jóvenes en Bogotá enfrentan múltiples situaciones de vulnerabilidad socioeconómica y diversas barreras que limitan su acceso a oportunidades de empleo y educación. Del mismo modo se requieren procesos serios y continuos de educación a las familias y a las comunidades para que sean protectoras y garantes de sus derechos.
5-La salud mental de las y los jóvenes se debe cuidar desde la infancia, optando por enfoques preventivos y con atención de calidad, igualmente la prevención de consumo de SPA es una tarea inaplazable que como sociedad debemos emprender.
6-Es fundamental que la empresa privada se comprometa con el buen vivir de los y las jóvenes del país aportando recursos orientados al cumplimiento íntegro de sus derechos.
7-La población juvenil ha sido sobrediagnosticada en Colombia. Las cifras son claras para que las autoridades, gobernantes, entidades a cargo y sociedad civil actúen con iniciativas, proyectos y propuestas que apunten a atender las necesidades sentidas de la población juvenil, ¡ya!
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