Diferentes gremios de La Candelaria representados por los propietarios de cafeterías, pastelerías, restaurantes, imprentas, joyerías, y otros negocios, lanzaron un S.O.S. (Save Or Succumb) a la Alcaldesa Mayor Claudia López, para que se tenga en cuenta la solicitud de permitirles trabajar, así sea al 30% de la capacidad instalada. Igualmente, y mientras ello se concede, que les hagan llegar auxilio de solidaridad y subsistencia para los negocios que afrontan despidos y cierres.
En una reunión virtual organizada por el edil Álvaro Sánchez y CityTv, a la cual asistió Sxxi.net, expusieron la paradoja social, de que mientras los negocios están cerrados, los vendedores ambulantes si pueden vender alimentos en las calles.
¿Qué dicen los empresarios?
Katherine Rubio, dueña de una cafetería ubicada en centro comercial, dijo que se comprometen a mantener el protocolo cero contactos; lo mismo expresó Olga Lucia Ángel de la cafetería La Catedral.
Pedro Cajas pidió a la Alcaldesa Mayor que conceda permiso a las panaderías para trabajar y abrir espacios con distancia atendiendo de manera ordenada a los compradores, evitando que tengan que comer en la calle exponiéndose a ingerir alimentos insalubres.
El representante de los joyeros se sumó al pedido de poder trabajar o apoyo para el pago de nóminas y primas.
Fue unánime la solicitud de los comerciantes a las empresas de servicios públicos para que no incrementen los cobros, y al contrario, sean subsidiados por las mismas empresas que se han lucrado por años de un servicio ya instalado como es la energía eléctrica, el agua y la telefonía.
Por su parte, Alberto Madrigal expresó que los comerciantes analicen bien su espacio para la reapertura, por que no se trata de hacer costosas inversiones en infraestructura, sino aplicar el protocolo normal de distanciamiento, lavado de manos y uso de tapabocas.
El edil Sánchez ha venido coordinado estas reuniones e intercediendo con las entidades locales y distritales para que los comerciantes y emprendedores de La Candelaria tengan garantías para continuar con su vida productiva prestando servicios y ofreciendo productos a los consumidores acatando las normas de bioseguridad.
El colectivo de empresarios está esperanzado en que la Alcaldesa Mayor escuche su clamor en este momento tan difícil para una población que, sin haberlo sido, se está convirtiendo en vulnerable, porque su capacidad instalada para producir no la pueden poner a funcionar, y por el contrario, los costos fijos y la falta de producción los está llevando a la quiebra.
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