Sxxi.net-Ambiente. El Jardín Utópico inició con Francisco Suárez, quien tiene los argumentos y la convicción de que debemos cambiar los esquemas de consumo y las malas prácticas ambientales para hacernos parte de la naturaleza y tener mejor calidad de vida, en el ámbito personal, familiar y social.
Francisco es residente del Ecobarrio La Esmeralda, localidad de Teusaquillo en Bogotá, sector en donde se promueven prácticas sociales de prevención y mitigación del cambio climático. Hace unos años, inició en un espacio del bosque, de uno de los parques del barrio, un ejercicio dominical de reunión y siembra de hortalizas y frutales, que ha venido ganando la aceptación y participación de más vecinos.
A la idea de Francisco se han sumado, entre otras personas, Moshe David, Isaura Forero, Margarita Ortegón, Sandra Forero, Aida Osorio y Edith Trujillo, quien lidera la elaboración de mobiliario con los árboles que ya cumplieron su ciclo de vida, para el disfrute de los participantes y visitantes del parque.
La iniciativa cuenta con el apoyo de Diana González, presidenta da la Junta de Acción Comunal del Ecobarrio La Esmeralda, de los residentes y paseantes que se sorprenden al ver este lugar decorado y nutrido de granadillas, cebollas, acelgas, aromáticas, y pacas biodigestoras elaboradas por el grupo, con la orientación del colectivo Huella Ecológica
El Jardín Utópico, es un espacio de acción de agricultura urbana, y de interacción de vecinos, de cohesión social y de solidaridad. Lo que se siembra lo cuidan y luego lo distribuyen, o si alguien pasa y quiere adoptar una planta o comer los frutos, lo permiten, porque lo ven como una contribución al bienestar de quien lo consume. Así, de manera generosa, han logrado también la vinculación de nuevos integrantes.
Para la cita de los domingos, el que quiere lleva algo para compartir, y así la pasan, semana a semana, mejorando este idílico lugar, rodeado de bosques y zonas verdes, para hacer deporte, disfrutar de los pájaros, en una conexión espiritual con la naturaleza.
Sxxi.net Ambiente, comparte este ejemplo de participación y acción social en beneficio colectivo, que le apuesta a la conservación y aprovechamiento de los recursos demostrando que la utopía es posible.