Cuando Colombia habla de ser una potencia mundial de la vida y junto con ello la búsqueda de la paz total, es necesario entonces proponer una revolución vial.
Los colombianos hemos padecido de las ineficientes administraciones locales, regionales y nacionales en muchas áreas sensibles para logar el bienestar social, la salud, la educación, el acceso a oportunidades económicas y laborales y ni se diga de las vías de comunicación.
En todas las regiones existe el antiguo clamor de hacer vías o mantener las que se construyen y este ha sido un sector en el cual la corrupción se ha instituido de tal manera que hoy tenemos funcionarios condenados e investigados como es el caso del llamado internacionalmente grupo Odebrecht que tiene que ver con vías primarias nacionales, lo que ha incrementado para el país costos y perjuicios incalculables. La red primaria de Colombia consta de 16.983 km equivalente al 6,9% de la red vial, las que van de sur a norte llamadas troncales y las de oriente a occidentes trasversales.
En este orden, las vías secundarias o departamentales conectan las cabeceras municipales entre sí o alguna de ellas con las vías primarias, siendo el aproximado actual 44.400 km, correspondiente al 21% de las vías en Colombia, muchas de ellas con escaso mantenimiento y en deficientes condiciones.
Por su parte la red de vías terciarias que conectan las cabeceas municipales con sus veredas o entre ellas se calculan en 142.284 km que corresponde al 69.46% de la red vial nacional, recorridos por donde transita el 87% de los recursos que se consumen en el país, o se envían al exterior. El mal estado de las vías terciarias y la inaccesibilidad hacen que los productos escaseen por que los campesinos no los pueden sacar a las plazas de mercado, lo que aumente su precio, con la consecuencia que estos sobrecostos recaen en el consumidor y de ello no hay retorno efectivo para los productores o sus vías de comunicación.
Estudios de la Universidad Nacional de Colombia han encontrado que el atraso en las vías terciarias, que es la red económica principal para conectar a las vías secundarias y/o primarias tienen que ver con la falta de capacidad técnica de las alcaldías para formular proyectos y gestionarlos; que parte del presupuesto para la construcción de vías se va en corrupción, dándose el caso de vías que aparecen hoy pavimentadas pero en realidad no lo están, adicional a ello que la mayoría de los municipios tienen rubros para mantenimiento, recursos que se han convertido en la caja de políticos corruptos locales y regionales, más la dependencia que crean con los comunidades necesitadas que siempre están esperanzados en que la administración de turno les solucione la histórica problemática vial. En ese orden ha faltado también el apoyo de los gobiernos regionales y nacional para que exista una acción técnica definitiva y la aplicación de materiales que requieren mantenimiento continuo, por la baja calidad o insuficiencia técnica, o porque se constituye en una forma de clientelismo local del cual las regiones no han podido salir.
La revolución vial debe empezar por las vías terciarias
Si tenemos en cuenta las cifras de Planeación Nacional e Invias en el sentido de que el 25% de las vías terciarias en Colombia son vías en tierra sin siquiera un afirmado y más del 96% se encuentran en mal estado y que, de los 8.000 kilómetros pavimentados, solo unos 2.500 se encuentran en buen o regular estado, llevándonos a la conclusión de requerir por lo menos unos 300 billones para pavimentar toda la red terciaria nacional. Como esto por ahora no es posible, tenemos que convivir con caminos no pavimentados los cuales no han tenido mantenimiento adecuado para su transitabilidad ni las intervenciones adecuadas para que sean durables.
Alternativas tecnológicas
Hoy se ha evolucionado a materiales y metodologías más económicas y de rápida de aplicación, conocidas y aprobadas incluso por Invias, pero que el desconocimiento y los intereses locales no dejan entrar, como el producto Soil-binder, polímero producto de la nanotecnología con resultados efectivos y comprobados en Estados Unidos y con el cual se han pavimentado miles de kilómetros. Este producto ya está en Colombia, con tramos en servicio, no requiere para su aplicación transportar material de canteras, por que se trabaja con lo que hay en el lugar, es más económico y rápido de aplicar. Ha sido probado de forma exitosa por más de dos décadas en diferentes tipos de suelos y condiciones climáticas dando como resultado vías y superficies estables y de larga duración, convirtiéndose en una solución innovadora, económica y sostenible, especialmente para vías terciarias por su relación costo beneficio.
El producto es líquido, incoloro, no corrosivo, no inflamable y amigable con el ambiente, su composición es una mezcla propietaria de químicos inorgánicos, formulada para producir geles cohesivos en la masa del suelo. No tóxico, no corrosivo y no inflamable
Su rendimiento comprobado es de más de 30 años de uso en la industria de construcción de carreteras y la productividad de 3.000 a 4.000 m2 por día de base estabilizada.
Vías La Esmeralda en asocio con Fundación SXXI, Asoil products,
e Innovias ponen al servicio de Juntas de Acción Comunal de veredas, municipios, departamentos y entidades que tienen responsabilidad en el ramo, igualmente para aplicar en calles, parqueaderos y en áreas de sector privado.
Si usted está leyendo esta información, seguro que sabe dónde se necesita y no dude en comunicarse al 3006029844. Desde aquí estamos liderando la Revolución Vial en Colombia
*Nota patrocinada por Vías La Esmeralda y publicada en Ed.99