Adicción de los padres al celular ¿Qué hacer?

La adicción de los niños a los celulares se aprende por imitación. Foto: Kampus

Sxxi.net. Madres y padres permanecen conectados a aparatos móviles y desconectados de las personas que más importan.

En consulta, una mujer de 39 años, se quejaba de la adicción de su esposo al celular, del deterioro de su relación por esa causa y del comienzo de la adicción en su hijo. “Es increíble, pero no lo suelta jamás. Trasnocha por estar conectado, se levanta tarde, empieza el día con el celular en la mano y duerme con él al lado. En el trabajo se la pasa pegado al móvil y, lo peor, mi hijo de 10 años va por el mismo camino. Cuando le digo que lo deje y haga otras cosas como jugar, salir al parque, ir al fútbol, me remite a ver al papá. Por supuesto, al padre no le importa afectar a nuestro hijo. Es más fuerte su adicción”.

Realidad actual: la ciberadicción

La práctica de mantener conectados a los móviles y usarlos hasta en el baño, para no perderse nada, se ha extendido en el mundo y se afianza con el pasar de los días convirtiéndose en compulsión. Las consecuencias de este obrar obsesivo las reciben la pareja, niñas y niños, que son testigos y, a la vez, reproducen y normalizan este comportamiento en su cotidianidad.

Las redes sociales constantemente muestran videos de accidentes y muertes causadas por el uso inapropiado y descontrolado del móvil. En restaurantes es usual ver familias sentadas a la mesa, pero cada uno absorto en su teléfono sin dirigirse la palabra; padres y madres entregan el dispositivo a niños pequeños para “entretenerlos y que no molesten”. Vivimos en un mundo conectado con cientos de distractores digitales, trampas que nos envuelven, y mediante la identificación de nuestros gustos, necesidades, sueños, fantasías, atrapan nuestra atención y la mantienen. En definitiva, permitimos que nos esclavicen.

¿Por qué dejar los móviles y atender a nuestros(as) hijos(as)?

Porque niñas y niños requieren de atención y reafirmación para su sano crecimiento. Ellas y ellos necesitan construir el sentido de seguridad que se adquiere en una relación afectuosa, comprometida, real, y tener la certeza de que nos interesamos sinceramente por ellos(as). Pero madres y padres descuidados(as), sintonizados al extremo con su móvil desatienden sus requerimientos; es entonces cuando el celular se convierte en un obstáculo para construir vínculos afectivos y adquiere la condición de competencia para nuestros hijos en la que usualmente el móvil sale victorioso.

¿En dónde está el conflicto en relación con el uso de la tecnología?

La dificultad aparece cuando el adulto carece de criterio sobre cuándo debe desconectarse del móvil o del ordenador para conectar con sus hijos; entonces, al incurrir en ignorarlos dando más importancia al móvil, el cerebro del niño(a) genera la lectura de que no se le quiere, que no es importante, ni valioso, porque los adultos significativos no demuestran interés por sus actuaciones, sentimientos, emociones o necesidades. El resultado: una sensación de minusvalía afectiva, de dolor emocional, de percepción negativa de sí mismos. Ahora bien, niñas y niños en ese estado de olvido, pueden desarrollar conductas nocivas para llamar de cualquier manera la atención de sus progenitores. Estudios han demostrado la relación estrecha que existe entre el desarrollo de trastornos psiquiátricos como la ansiedad, la depresión, y otros, en niños y jóvenes sometidos a la devastadora experiencia de la indiferencia.

Importancia del modelo parental y la adicción

Sin lugar a dudas, hijos e hijas aprenden en la relación con sus padres un estilo parental, un modelo de actuación que define la relación familiar presente y futura. En ese marco de ideas, juega un papel preponderante el ejemplo que reciben de los adultos, porque cuando conviven y comparten con padres ciberadictos, se construye una alta probabilidad de que ellos imiten la conducta de adicción con todas las consecuencias y afectaciones a la salud física y mental de los miembros de la familia.

El desenlace es nefasto: se establece una pobre y conflictiva relación emocional, una mala o deficiente comunicación, se pierde la posibilidad de compartir experiencias agradables más allá del móvil, no se trabaja sobre objetivos y proyectos comunes, se pierde un tiempo valioso dedicado a la virtualidad y no a la vida real. De hecho, la adicción ha llevado a situaciones extremas a jóvenes que ya no salen de su casa, no comen o ingieren cualquier cosa, no atienden adecuada y sanamente sus necesidades vitales e higiénicas por no desconectarse, quedan perdidos y sometidos al amplio y enajenador mundo de la virtualidad. A ese límite patológico se está llegando y la pregunta es ¿queremos ese presente y futuro para nuestros hijos?

¿Qué hacer?

Sxxi.net Psychology orienta sobre algunas acciones que pueden contribuir a mitigar o erradicar esta problemática

1-Haga cuentas de cuánto tiempo le dedica al móvil para que tenga una noción de qué tan grave es el problema. Adicionalmente piense qué está dejando de hacer que sea importante para usted y su familia por estar dedicado a consultar constantemente su celular u ordenador.

2-Tome conciencia de lo que está haciendo, entendiendo la dimensión profunda de su responsabilidad en las consecuencias que este comportamiento tiene para usted y sus hijos(as). Cabe aquí preguntar ¿qué clase de modelo es usted para su hijo? y ¿cómo debería ser para garantizar su adecuado desarrollo, su realización y su felicidad?

3-Reconozca el peligro al que está sometiendo a sus hijos(as) con su adicción a la tecnología y cómo está incidiendo para que ellos(as) también lo sean.

4-Evite llevar trabajo al hogar y haga valer su derecho a descansar y a compartir en familia. Del mismo modo, quienes hacen tareas virtuales deben establecer un límite a sus compromisos laborales para atender plenamente sus asuntos familiares.

5-Si bien es cierto que el móvil y el ordenador facilitan el trabajo y su uso resulta imprescindible para algunas tareas, es preciso guardar y apagar cuando comparta con sus hijos(as) para dedicarles tiempo exclusivo y presencia al cien por ciento, entregando toda la atención y amor que merecen. Tener el ejemplo de una persona adulta que se autorregula, se autocontrola y pone en primer lugar a las personas que ama es esencial para su sano desarrollo emocional, también para fortalecer y reafirmar los lazos afectivos.

6-Construya en familia reglas de uso del celular y esmérese en cumplirlas estrictamente, así favorecerá el compartir en familia y alejarse de la adicción.

7-Programe actividades que eviten el uso de móviles como salidas ecológicas, juegos, visita a familiares o amigos, invitaciones a comer, asistir a conciertos, ir a parques de diversiones, tomar cursos que desarrollen habilidades e intereses. Estas actividades distraen, relajan y unen al nicho, adicionalmente aportan experiencias distintas y ricas en conocimiento y emociones.

8-En caso de identificar adicción a las tecnologías y si los esfuerzos personales no dan el resultado de salir de ella, es urgente consultar a un especialista en salud mental que le ayude a alcanzar el objetivo. Usted y sus hijos(as) tienen derecho a vivir una vida libre de adicciones.

Lo que callaba en el padre habla en el hijo, y muchas veces me encontré que el hijo ha dado a conocer el secreto del padre”. Friedrich Nietzsche

Si requiere apoyo nuestros psicólogos estan prestos para atenderle. Comuníquese al 3194106483

Referencias: Gabelas Barroso, J. A. (2005). Crecer entre pantallas. En Libro de Ponencias del Congreso: ser adolescente hoy.

Ruiz-Olivares, R., Lucena, V., Pino, M. J. y Herruzo, J. (2010). Análisis de comportamientos relacionados con el uso/abuso de Internet, teléfono móvil, compras y juego en estudiantes universitarios.

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