El embajador Milton Rengifo, enviado del presidente Petro a la posesión de Maduro: ‘No asistir es cerrar las puertas a una interlocución» le dijo a El Tiempo de Colombia.
Colombia y Venezuela, dos países hermanos, han compartido una historia y una cultura común. Sin embargo, en los últimos años, la relación entre ambos países ha sido tensa debido a diferencias políticas y económicas.
A pesar de esto, es importante recordar que la paz interior es un objetivo común que puede unir a ambos países. La paz interior se refiere no solo a la ausencia de conflicto armado, sino también a la justicia social, la igualdad y la inclusión, la demostración que los recursos alcanzan para todos, utilizándolos de manera racional.
Al unirse por la paz interior, Colombia y Venezuela pueden construir un futuro más próspero y seguro para sus ciudadanos. Esto requiere un compromiso firme con la cooperación, la tolerancia y la comprensión mutua, camino que se construye día a día, con el ejemplo de los gobernantes y la democracia económica y participativa .
La frontera
La frontera entre Colombia y Venezuela es una zona de gran importancia económica y comercial para ambos países. La frontera terrestre se encuentra en el departamento de Norte de Santander, específicamente en los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
En septiembre de 2022, después de varios años de cierre, se reabrió la frontera para el paso de carga, lo que ha impulsado el comercio binacional. Además, en mayo de 2024, se habilitó el Puente Internacional La Unión para el paso de personas, vehículos particulares y carga.
La reapertura de la frontera ha sido un paso importante para restablecer las relaciones económicas y comerciales entre Colombia y Venezuela, y se espera que siga impulsando el desarrollo económico de la región, la cual va en ascenso con negocios que superan los mil millones de dólares. .
Las Relaciones
Tomamos apartes de la entrevista del embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, con el El Tiempo de Colombia, circulado por internet.
Sxxi.net – El Tiempo
¿Qué mensaje da Colombia al enviarlo a usted como representante a la
posesión de Maduro?
MR (Milton Rengifo) : Hay tres definiciones que espero puedan conocerse por la sociedad colombiana: primero, para Colombia es importante mantener una relación entre Estados, independiente de la
conflictividad política interna en Venezuela, la cual debe resolverse al interior de su
sociedad, sin detrimento de nuestra disposición a contribuir en su superación.
Recordemos que la paz de Venezuela es la paz de Colombia. Segundo, estamos
reconstruyendo una relación diplomática y la institucionalidad binacional, tenemos por
desarrollar una amplia agenda económica, migratoria, consular, energética, social,
ambiental y de paz. El Estado colombiano, y creemos que también la sociedad de acuerdo a
las diversas expresiones recibidas en la frontera, no está en capacidad de retroceder y
repetir el desacierto de suspender las relaciones diplomáticas: hemos sido testigos de lo
que significó para nuestro país, incluida la afectación a millones de ciudadanos
colombianos en ambos lados de la frontera. Como embajador soy responsable de la relación en Venezuela con la institucionalidad existente, mi presencia expresa
la prioridad de mantener y profundizar la relación entre Estados y de continuar el
camino de la reconstrucción de la relación diplomática en defensa y preservación de
intereses estratégico
¿Asistir a esa posesión no es legitimar una elección calificada como
fraudulenta que el mismo gobierno Colombia se niega a reconocer al no
estar publicadas las actas?
MR: Creemos que no asistir es cerrar las puertas a una interlocución que, hacia
adelante, pueda contribuir a transformar la conflictividad interna en Venezuela. No
asistir, desde una perspectiva estatal, va en contravía del fortalecimiento de los canales
institucionales binacionales y la necesaria relación diplomática, las cuales permiten el
desarrollo de una agenda que tiene alcances más allá de los gobiernos de turno. Nuestra
posición no cambia: seguimos instando a todas las fuerzas políticas, incluidas el Gobierno
de Venezuela, a que concerten una salida negociada a la situación de conflictividad política.
El apego irrestricto a los Derechos Humanos, la participación social y el diálogo político son
las claves que le proponemos al Gobierno y a la sociedad Venezuela.
¿Cómo es posible asistir a la posesión y al mismo tiempo no reconocer el
resultado del Consejo Nacional Electoral venezolano?
MR: Ni Colombia ni otros Estados gozan de un estatus para convalidar o no un resultado
electoral, dicha condición le corresponde a la institucionalidad de cada Estado,
basado en su orden constitucional. El presidente Gustavo Petro y nuestra Cancillería
han expresado la inconveniencia de las sanciones contra Venezuela, al igual que nuestra
preocupación por la conflictividad política agudizada por la falta de información suficiente
sobre los resultados electorales del 28 de julio. En este contexto, nuestra presencia
responde a la necesidad de mantener la relación diplomática con un vecino con el cual
compartimos 2.200 kilómetros de frontera, con intercambio comercial hoy por arriba de
los 1.000 millones de dólares, compartimos también la característica de tener el mayor
volumen de población migrante de ambos lados de la frontera y por si fuese poco,
mantenemos una robusta agenda común de paz y seguridad. Venezuela y Colombia
seguirán unidas físicamente por otros miles de años más.
¿Por qué no acompañar el acto que haría Edmundo González? ¿Le ven
futuro?
MR: Respetamos los diversos puntos de vista de los actores políticos venezolanos, mantenemos
el canal abierto con las diferentes oposiciones, pero es claro que las relaciones
diplomáticas se desarrollan con el andamiaje institucional y constitucional de un Estado.
En el pasado se intentó establecer una figura bastante sui generis con el señor Guaidó, más
con intencionalidad política que diplomática. Para Colombia, y creo también para el
continente, los costos de ese experimento fueron muy elevados. Hoy trabajamos por
reconstruir la relación con el Estado de Venezuela a partir, entre otros aspectos, de
recuperar la confianza deteriorada; tengo que decirlo, el avance ha sido muy
significativo pese a que subsisten asuntos como el de los colombianos detenidos
después del 28J sobre el cual hemos solicitado definiciones judiciales prontas.
¿Cuáles serán sus retos como embajador después del 10 de enero?
El primero y más importante es mantener la política de buena vecindad, tal como la que
desarrolla nuestro gobierno en la región, traducida en relaciones francas y colaborativas
con países cuyos gobiernos poseen visiones diferentes al nuestro. Igualmente, y tal como lo
acabo de mencionar, avanzar y profundizar en el fortalecimiento de las relaciones
diplomáticas, a partir de la recuperación de la confianza y la estabilidad de la
institucionalidad binacional. La Comisión de Vecindad tiene una agenda muy ambiciosa
por concretar.
Cuáles son los puntos de esa agenda…
MR: Debemos continuar con la reapertura de los seis consulados aprobados: Barquisimet
Puerto Ordaz, Puerto La Cruz, el Amparo, Guasdualito, Puerto Ayacucho y Atabapo, e
iniciar con el trámite de tres consulados más, para lograr plena asistencia y brindar los
servicios que requieren los 2 millones de colombianas y colombianos residentes en todo el
territorio venezolano. Nos interesa fortalecer los lazos de integración a nivel comercial y
especialmente industrial, es estratégico recuperar la dinámica económica, en el pasado esa
dinámica generó hasta 350 mil empleos en Colombia y un número similar en Venezuela.
Para nuestro gobierno, la mejor política social es la generación de empleo. Priorizar el
proceso de integración en frontera, también en aspectos tan importantes como la
seguridad y la coordinación institucional para la regulación de los flujos migratorios. Hay
procesos de negociación en el marco de la ‘paz total’ en los cuales Venezuela es actor
fundamental y estamos prestos a apoyar. El entendimiento entre países es un gran
aporte a la paz regional y es el camino idóneo para tejer acuerdos políticos entre
visiones distintas del mundo. Para nuestro gobierno, el continente debe
mantenerse alejado de las dinámicas de guerra que hoy padecen, lamentablemente,
otros pueblos del mundo.
¿Se prevé una ola migratoria?
MR: Nuestro monitoreo y seguimiento no muestra ninguna dinámica de cambio intempestivo
en los flujos migratorios en el corto plazo. Se preveía una ola migratoria después del 28J y
ello no ocurrió. Habrá un nuevo gobierno en los Estados Unidos a partir del 20 de enero el
cual ha anunciado una agenda con Venezuela basada primordialmente en Migración. El
presidente Petro ha expresado que estamos listos para colaborar. Las cifras económicas en
Venezuela son positivas, hay una dinámica de recuperación, pareciera que el tiempo duro
de las sanciones ya pasó. Somos muy optimistas respecto a que estas señales políticas y
económicas no solo se mantengan, sino que mejoren Colombia es destino o paso obligado
de migrantes. De ahí también deriva el interés del Gobierno de Colombia que a Venezuela
le vaya bien. Eso significa que se tramite de manera negociada su conflictividad política
interna y que se levanten las sanciones, las cuales realmente impactan el desarrollo social y
económico de toda Venezuela, incluida la comunidad colombiana residente aquí.
¿Cómo analizan la reciente gira de Edmundo González sumando apoyo
internacional y las movilizaciones que promueve la oposición para este
de enero?
MR: La oposición política es un factor fundamental en todo sistema político democrático. Como
lo afirmo en otra parte, hacemos votos para que el conflicto interno venezolano
llegue a feliz término a partir del diálogo entre sus diferentes actores.
¿Cree que el 10 de enero se vivirá una jornada de alta tensión en
Caracas?
MR: He hablado esta tarde con la Embajada en Caracas y no existen suficientes elementos que
permitan llegar a esa conclusión. Por supuesto, es innegable que tampoco estamos ante un
panorama de tranquilidad.
¿Ha podido dialogar con los embajadores mexicanos y brasileños que
asistirían a la posesión? ¿Le da tranquilidad a Colombia que también
asistan?
MR: on los Embajadores Glivania de Brasil y Leopoldo de Ginés de México compartimos
recientemente en Caracas, en diciembre. Nos vemos con frecuencia, nuestros países son
actores muy importantes en la región y compartimos muchos puntos de vista y encuentros
en diversos escenarios. El mundo diplomático es muy movido con los encuentros en Caracas.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ Periodista de Política
Colombia y Venezuela pueden trabajar juntos para promover la paz interior en la región y en cada uno de sus países. Esto puede lograrse a través de la cooperación en áreas como la seguridad, la justicia y la educación. También es importante fomentar el diálogo y la comprensión mutua entre los líderes y los ciudadanos, para salir de la crisis política que cada país tiene, fortaleciendo la democracia económica y política y sobre todo no gastando el dinero del petróleo en armas o usos que no corresponden al decoro del Estado.
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