Con actividades propias de la ruralidad, los habitantes de la Bogotá urbana vivieron de cerca esta festividad, que hizo visible la historia del conflicto armado en las localidades de Usme y Sumapaz.
En este evento emblemático la Alcaldía de Bogotá, a través de la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, en alianza con Parque Naturales Nacionales de Colombia, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, la Secretaría Distrital de Ambiente y la organización Conservación Internacional, rindieron homenaje a la ruralidad y al papel vital que cumplen sus habitantes en la sociedad.
A la cita acudieron comunidades campesinas de Usme, Sumapaz y poblaciones cercanas de Bogotá, para intercambiar saberes y compartir iniciativas que quieren desarrollar las nuevas generaciones en relación con el cuidado del agua.
A través de demostraciones de juegos autóctonos hechas por expertos, música, muestras folclóricas y literarias, los asistentes recibieron información sobre la importancia del páramo de Sumapaz, considerado el más grande del planeta y reservorio de diversidad, genética, biológica y ambiental.
La celebración que se llevó a cabo en el parque de los Novios de Bogotá, el pasado 15 de junio, mostró a los habitantes de la Capital, la riqueza natural inmensa de la zona rural, así como el impacto del conflicto armado, y las acciones de resistencia y resiliencia que aportan estas localidades a la construcción de memoria y escenarios de paz.
“Esta es una oportunidad para visibilizar a la comunidad campesina que también habita en la Capital. A hombres y mujeres que garantizan el cuidado del agua, alimentos y servicios ecosistémicos que surten a la Bogotá urbana. En el Distrito trabajamos para rescatar sus historias y reconocerlos como actores fundamentales de la ciudad. Adicionalmente, junto con las comunidades de Sumapaz y Usme estamos implementando acciones y procesos desde hace tres años”, dio a conocer Gustavo Quintero, Alto Consejero Distrital para las Víctimas.
En nombre de los sumapaceños Álvaro Benavidez, de la vereda Las Palmas e integrante de la agrupación ‘Los Fiesteros de Sumapaz’, expresó: “Es un excelente evento que nos permite exponer con orgullo la cultura y riqueza de nuestra Localidad. Queremos que los habitantes de la Bogotá urbana vayan y conozcan los paisajes del páramo, pero sobre todo, que lo cuiden”.
El festival del Páramo y el Agua fue una motivación magnífica para generar conciencia sobre la importancia que tiene este territorio rico en agua y biodiversidad para la ciudad, el país y el mundo, como proveedor de vida; realidad que nos compromete a cuidarlo, protegerlo, preservarlo y brindar garantías a sus habitantes que requieren del cumplimiento pleno de sus derechos constitucionales.
Es el resultado del proyecto ‘Laboratorios de Paz’, implementado en Sumapaz por la Alta Consejería para las Víctimas, proceso en el que la participación de la comunidad ha sido fundamental para fortalecer iniciativas de reparación y reconciliación entre las que se destacan ‘El Día de las Víctimas de Sumapaz’, la Escuela Itinerante de Paz y Reconciliación y Cuentos de mi Sumapaz. Incluir el territorio sumapaceño en nuestra visión de ciudad es primordial, porque necesitamos que cada habitante de Bogotá genere sentido de pertenencia por la zona rural que representa el 75% del territorio capitalino. Solo así, nos comprometeremos con la defensa de este dispensario de recursos esencial para nuestra existencia, y con la gente buena de Sumapaz, que como la historia lo indica, ha sufrido las consecuencias fatales de la guerra, y por tanto merece paz, atención, valoración, compromiso, recursos, bienestar y todo el apoyo que pueda brindarle el Gobierno y la ciudadanía.
Información de periódico El Rural de Sumapaz para Sxxi.net