En el Día de la no violencia contra la mujer, es necesario evidenciar las consecuencias dramáticas de este ejercicio transgresor de los derechos humanos y las consecuencias sobre la psique de la mujer que atentan contra su derecho a tener una vida en plenitud.
Hasta hace poco la violencia contra la mujer era considerada fuero de la vida personal, un asunto de familia que no debía trascender y, en el que no se debía intervenir. Esta interpretación reforzaba la condición de subordinación de la mujer respecto al hombre y la aceptación de relaciones de poder desiguales que legitimaban la dominación masculina, incluso, a través de la violencia.
Esta manera de entender las relaciones ha contribuido históricamente a que las mujeres eviten denunciar a su agresor por miedo, vergüenza o culpabilidad, pero afortunadamente, se han hecho avances legales y también de orden educativo que están contribuyendo a transformar la realidad, desde el empoderamiento femenino para exigir el cumplimiento de su derecho a una vida libre de violencias.
Múltiples formas de violencia contra la mujer
A pesar de que no existe una sola violencia, y que se han identificado la violencia psicológica, física, acoso, abuso sexual, tráfico con fines de explotación sexual, violencia económica, en esta nota develaremos el efecto de la violencia psicológica, la mayoría de veces invisible, que puede llegar a alterar severamente los procesos de crecimiento y desarrollo personal, social y productivo de la mujer.
¿Cómo afecta la violencia la psique femenina?
Una mujer expuesta a violencia psicológica puede ser víctima de diversas afectaciones, algunas de difícil manejo, que la pueden llevar, incluso, a un desenlace fatal.
¿Qué caracteriza la violencia psicológica?
Es una práctica maltratante que conlleva a la desvalorización del ser humano mediante la burla, la humillación, amenaza, denigración, descalificación, indiferencia, insultos.
Consecuencias
Ansiedad
Es un estado emocional caracterizado por angustia, temor, inseguridad, gran inquietud, usualmente provocada por actos de violencia masculina con actuaciones de arrepentimiento, de promesas de no volverlo a hacer y de jurar amor eterno. El miedo ocurre cuando la mujer entra a presagiar otro episodio de violencia de cualquier índole, lo cual también le puede producir pensamientos obsesivos, irritabilidad, tensión extrema, falta de concentración, trastornos del sueño como insomnio y pesadillas.
Depresión
No es igual a la tristeza cotidiana, es un estado emocional grave, incapacitante, caracterizado por una melancolía constante, aislamiento, sensación de vacío, pensamientos negativos sobre sí misma, sobre el futuro; nerviosismo, desinterés por la vida, desesperanza que impide a la mujer encontrar solución al problema. En estos casos se requiere intervención psicológica y psiquiátrica de urgencia, porque puede aparecer ideación suicida.
Baja autoestima
La mujer tiene una sensación de poca valía, de haber fracasado, sufre porque se siente incapaz de sacar adelante sus propósitos, piensa que todo le va a salir mal, tiene percepción negativa de sí misma, profunda sensación de infelicidad, frustración y, es peor, si tiene dependencia económica del agresor.
Culpa
Algunas mujeres víctimas de violencia se asignan a ellas mismas la responsabilidad de desatar la ira del agresor justificando sus actuaciones. Expresiones como: “Seguro viene cansado y yo incomodando”, “Debí decir las cosas de otra manera”, “Si yo sola hubiese resuelto el problema nada habría pasado”, “Debí dejar que se emborrachara sin reclamar dinero para la familia”, y demás consideraciones equivocadas para sostener la relación, aún a pesar de poner en riesgo su seguridad física y mental. Una de las justificaciones que más dan las mujeres maltratadas es que se quedan al lado del agresor por el bienestar de los hijos.
Aislamiento social
Puede ocurrir porque el maltratador obliga al aislamiento para poder tener más dominio y poder sobre la mujer. Igualmente, puede darse para evitar que familiares o vecinos se den cuenta del maltrato al que está siendo sometida, dando paso a acciones de violencia o conflictos con ellos.
Alteración de la conducta sexual
Se evidencia en falta de deseo sexual, anorgasmia, vaginismo, rechazo a los hombres.
Trastornos psicosomáticos
Tienen que ver con todas las dolencias emocionales que no se expresan, a veces inconscientes, que generan problemas orgánicos como por ejemplo problemas de tensión arterial, cansancio, dolor de cabeza, inapetencia, problemas digestivos, caída del cabello, alteraciones menstruales, constante fatiga, problemas de la alimentación como anorexia, bulimia y trastorno alimentario compulsivo.
¿Qué hacer si es víctima de violencia psicológica?
Si está siendo afectada por cualquier forma de violencia pida ayuda, recurriendo en Bogotá a la Comisaría de Familia de su localidad, ICBF, línea 155, Línea Púrpura 018000112137, whatsapp 300 7551846, profesionales le atenderán.
“Cualquier momento del día o de la noche es bueno para decir basta, y ponerle fin a una etapa de tu vida que hubieras deseado no vivir”. Raimunda de Peñarot.
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