¡Ojo con los depredadores sexuales!

Niñas y niños tienen derecho a vivir una vida sin violencias. FotoRubberduck1951.

11 Pautas para impedir que se vean expuestas(os) a este grave peligro.

¿Qué dicen las cifras?

Son contundentes. En el 2022, el abuso sexual aumentó en Colombia en un 23% según informó Medicina Legal. También recientemente se difundió el caso deplorable de los delitos cometidos contra niñas y niños violentados sexualmente y sometidas(os) a explotación en el Guaviare desde hace décadas, y las monstruosas cifras de niñas entre 10 y 14 años, que a esa temprana edad ya son madres como consecuencia de relaciones abusivas, sin que los gobiernos anteriores o las instituciones a cargo del tema cumplieran con su deber protegiendo su derecho a vivir una vida libre de violencias. Señales de alarma que instan con urgencia a prevenir que ellas y ellos formen parte de las estadísticas.

En tal sentido, Sxxi,net se suma a la tarea de contribuir a prevenir el abuso sexual de niñas y niños, recordando a la comunidad lectora, madres, padres, cuidadoras, maestros, las pautas que están orientadas a proteger e impedir su victimización.

1-Creer en los niños cuando hablen de abuso sexual es primordial, o en caso de que declaren sentirse incómodos con alguien.  Cuando la niña o el niño lo comentan muchas familias niegan que esto esté ocurriendo, no le dan importancia, argumentan que es producto de la imaginación del niño(a) o someten a sus hijos a vivir esa experiencia a cambio de prebendas lo que se constituye en un delito.

2-No obligarlos a besar a quien no quieren, así sea familiar.  Si la niña o el niño no desea un acercamiento afectivo como este no se le debe imponer.

3-Llevar a cabo procesos de educación sexual en familia desde temprana edad, para reconocer los riesgos, orientando sobre la manera adecuada en que niñas y niños deben actuar en estos casos y enseñar acciones de autocuidado como no permitir que toquen sus partes íntimas.

4-Madres y padres deben construir lazos afectivos fuertes con niñas, niños y adolescentes, que les aporten confianza, seguridad, y esforzarse por construir un entorno protector porque infortunadamente no siempre el hogar es un entorno seguro para los miembros de la familia.

5-Evitar dejarlas(os) solas(os), y siempre bajo el cuidado de una persona de probada reputación moral que entienda la importancia de protegerlas(os) y la gran responsabilidad que implica su seguridad.

6-Fortalecer los vínculos emocionales e instruir en la adecuada gestión de conflictos entre niños, jóvenes, madres, padres, y adultos significativos, debido a que la sagacidad del abusador le hará aprovecharse de las crisis familiares mostrándose como una persona comprensiva, dadivosa y digna de confianza.

7-Favorecer la construcción de una buena autoestima para no ser víctimas de abuso sexual. Un niño o una niña seguro(a) de sí mismo(a), que se siente querida(o), amada(o), respetada(o) y con claridad respecto a qué conductas esperar de los adultos que circulan por su vida no será una presa fácil para el abusador sexual.

8-En la medida de lo posible se debe evitar el hacinamiento, y si lo hay, tomar medidas de protección.

9-Enseñar a hijas e hijos, que nadie, bajo ninguna circunstancia, debe exigirles guardar secretos sobre cosas que se hagan o pretendan hacer con ellos, y que tampoco nadie debe impedirles, mediante amenaza, hablar sobre ciertos temas con sus padres o adultos significativos.

10-Conocer ampliamente a las personas, compañeros y familias que frecuentan a niñas(os), verificando que puedan compartir con ellos sin que se encuentren en riesgo. La confianza que se deposita en algunas personas, especialmente hombres, es un factor de alto riesgo para abuso sexual. Las estadísticas confirman esta afirmación al identificar que quienes someten a niñas(os) a este vejamen son personas conocidas y miembros de la familia como el padre, padrastro, tíos, hermanos, primos, abuelos, amigos muy cercanos a la familia, o exparejas.

11-No enviar niñas(os) solas(os) a hacer mandados.  Se han referenciado casos de niñas(os) que salen solos a hacerlos y desaparecen.  Evite que sus hijas(os) corran ese riesgo.

“Enseñar a tu hijo(a) le aporta conocimiento, él(a) podrá diferenciar lo bueno de lo malo y su inocencia no será un blanco tan fácil para un depredador que busca hacer daño”. Anónimo

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