Los riesgos de incurrir en el favoritismo

Discriminar a los hijos genera conflictos y división familiar. Foto Liza Summer

-Sxxi.net Psychology-

En las relaciones humanas es usual, y hasta normal, que se prefiera a unas personas sobre otras. El problema se puede presentar cuando este trato diferencial se lleva a cabo con los hijos.

Algunos ejemplos

En consulta un hombre joven comentaba tristemente acerca del tema en mención. “Es demasiado evidente el desbordado favoritismo de mi padre por uno de mis hermanos. En cambio, mi madre nos ama a todos por igual”, aseguraba, haciendo sentir el gran malestar que le causaba la actuación del progenitor.

“Todo el tiempo nos comparaba.  Para él siempre mi hermano era mejor que yo”, manifestaba dolorosamente otro consultante.

La historia, no solo de Colombia, sino del mundo, está llena de tragedias desencadenadas por el favoritismo de los padres hacia uno de sus hijos.

¿Por qué ocurre el favoritismo?

Los motivos son diferentes, entre ellos están ser el primogénito; el agrado por el carácter del hijo que se privilegia; el afecto que profesa por sus padres; la solidaridad y el cariño que el hijo manifiesta; los logros personales que obtiene; los gustos, tiempos y experiencias compartidas; estas y otras razones, hacen que se prefiera a algunos hijos sobre otros. No obstante, hacer evidente la inequidad en el trato con ellos o ellas puede tener consecuencias que podrían incidir dramáticamente en el ambiente familiar, práctica que se debe prevenir y evitar.

¿Qué consecuencias puede generar el favoritismo?

El hijo que se siente relegado puede sentir hacia su hermano(a): celos, envidia, rivalidad, animadversión, llegando hasta la violencia y resentimiento contra el progenitor que muestra este comportamiento. También experimentar baja autoestima, inseguridad, y considerarse no merecedor de amor.

Ahora bien, si esta experiencia negativa perdura en el tiempo, seguramente hará mella en el desarrollo personal, afectivo, familiar, y social del hijo(a) discriminado(a).  Por su parte, el hijo favorito, en algunos casos, puede desarrollar dependencia emocional de los padres o convertirse en una persona manipuladora y utilitarista.

Si enfrenta esta problemática ¿qué debe hacer?

Sxxi.net Psychology hace las siguientes recomendaciones para contribuir con la paz y armonía familiar:

1-Ubicarse en el lugar del otro es un buen comienzo para comprender a quien sufre, de manera que, si usted se ubica en el sentimiento del hijo(a) discriminado(a), entenderá por lo que está pasando y la razón para hacer los cambios.

2-Actuar con sentido de prevención es siempre lo mejor, poniendo correctivos inmediatos a las actuaciones diferenciales en las que a veces incurrimos los adultos, examinando seriamente nuestra actuación con cada uno de los hijos(as); propiciando la unión entre ellos(as), dando ejemplo para edificar una relación respetuosa, solidaria, dialógica, justa, de trato en equidad con todos los miembros del nicho. 

Madres y padres debemos entender que somos el referente afectivo y relacional que guiará la vida de los hijos(as); así, siendo modelos de estas virtudes, desde temprana edad, se construirá una relación filial cohesionada y se establecerán redes de apoyo familiar fuertes que perdurarán en el tiempo. El ejemplo de este acierto educativo son las familias unidas que brindan tanta estabilidad a sus miembros.

3-Formar en los hijos(as) buenos sentimientos hacia los hermanos(as) y demás integrantes de la familia, corrigiendo amorosamente y a tiempo, las actuaciones equivocadas.

4-Madres y padres tienen la misión de tratar a los hijos(as) con el mismo amor, cuidado, protección, y brindar oportunidades de desarrollo a todos en la misma medida.

5-Evitar compararlos, entendiendo que cada uno es un universo lleno de cualidades y potencialidades, que madres y padres deben ayudar a descubrir y perfeccionar.

6-Es fundamental darse a la tarea de conocer a sus hijos(as), valorar sus habilidades y talentos para promover en cada uno(a) el desarrollo de un proyecto de vida exitoso. La manera de hacerlo es permitirse compartir distintas experiencias con ellos(as), abriendo conversaciones afectuosas con la intención de conocer sus sueños, ideas, iniciativas, proyectos, sin descalificar el deseo de crecimiento personal y profesional de cada uno(a), celebrando y felicitando los logros de todos.

Para finalizar es necesario recordar que cada hijo(a) es un tesoro, y que madres y padres somos los responsables de liderar la empresa que se llama familia para que prospere en el mejor ambiente afectivo y social.

 “Los niños son educados por lo que el adulto es y no por su charla”. Carl Jung

Bogotá, agosto 15 2024

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