“Toda bala es perdida”
Por Dario Salazar
¿Por que la paz? No hay palabra mas vilipendiada, humillada y maltratada. Todos queremos paz, pero poco hacemos por ella. En nuestras actuaciones personales, muchas veces somos violentos en actitudes, en acciones. Cuánta violencia psicológica y física descargamos sobre personas cercanas. Cuánto temor recibimos en las calles, en los espacios y lugares que deberian ser de tranquilidad y disfrute. Cuántas regiones donde el miedo y el silencio son la ley, todo ello parece ser una plaga que aumenta.
Transformar este panorama no parece fácil. Crecimos en familias y espacios violentos. Hemos sido matratados y maltratadores de muchas formas. Hemos padecido violencias políticas y económicas por más de 500 años. En los últimos 100 años, hemos contado violencias interpartidistas y políticas con graves consecuencias en la vida pasada, presente y futura de quienes hemos tenido que soportar diariamente todas esas realidades y noticias que muchas veces son cercanas o nos han tocado de una u otra forma, o incluso las padecemos. La paz que se negocia en la Habana con las Farc (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia), es solo una paz. No es la paz total, pero apostarle a una paz, a la negociación, a hablar, a razonar, a opinar, a refrendar, es la salida más inteligente que podemos llevar a cabo, para avanzar a una sociedad más educada y menos violenta. Solo la razón tiene argumentosmas poderosos que la violencia para ganar.
En décadas pasadas, las guerrillas liberales se desmovilizaron, y a pesar de sus muertos, hasta ahi llegaron, aunque algunas mutaron a las Farc, y ellas mismas, son la transformación de las guerrillas campesinas que no querian abandonar sus tierras.
El Epl (Ejército popular de liberación) firmó la paz; el Eln (Ejército de liberación nacional) esta en camino de firmar otra paz. El M19, (movimiento 19 de abril), inició como una rebelión al fraude electoral de 1970 y se transformó en una guerrilla urbana y luego rural de profesionales, estudiantes y otros sectores, que también entendieron que toda bala es perdida y firmaron la paz, a pesar que hoy se debatan por encontrar una identidad ideológica o una posición política, pero ahí están cuando en Colombia después de tanta bala perdida, que representan vidas segadas, viudas, huérfanos, mutilados, tristes y traumatizados por esas violencias infames, regresamos a las urnas para legitimar otros 4 años la Presidencia, solo queda un camino: apoyar a quien inició el proceso y habla de continuar el diálogo de paz con las Farc. Sin gasto militar tendremos más inversión en salud, educación, infraestructura, créditos, subsidios, y otras tantas que faltan.
Esas luchas por los beneficios colectivos serán más viables. Esta paz representa una nueva dimensión de lo rural, una distribución equitativa de la tierra y un acceso a posibilidades agrioindustriales con proyección global. Un disfrute y aprovechamiento de los ecosistemas estratégicos del pais al servicio del planeta. La construccuón de una cultura del apoyo y no del boleteo, del agradecimiento y no del miedo, de la alegría y no de la tristeza, de la esperanza y no de la depresión, de la oportunidad y no del fracaso.
Deseamos seguir trabajando y ayudando a los que lo hacen, para que en la construcción de persona, desde la familia, de sujeto social, desde todos los espacios y relaciones, podamos vivir en una sociedad más sana, más tranquila, sosegada y ojalá algún día en paz. Lo merecemos.
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