El reciclaje, una herramienta para salvar el planeta
Con esta práctica se contribuye a contrarrestar el cambio climático así como al mejoramiento del medio ambiente
El mundo es consciente del compromiso, la necesidad y la obligación con el reciclaje, el consumismo que actualmente es tendencia en las grandes ciudades ha llevado a que gobiernos del mundo creen campañas y programas con el fin de concientizar a los ciudadanos y crear el mensaje de que reciclar es vital para la supervivencia en el planeta, pero ¿por qué es importante reciclar? Pues bien aunque muchas personas lo ignoran, con el reciclaje se pueden salvar grandes cantidades de recursos naturales no renovables cuando en los procesos de producción se utilizan materiales reciclados.
El reciclaje es la transformación de objetos habituales de cartón, papel, lata, vidrio, plásticos y residuos orgánicos en materias primas las cuales se puedan reutilizar. Es un proceso necesario para disponer de estas partes o elementos para su posterior y nueva utilización. Por otra parte, el reciclaje es el tercer paso de cuatro que existen en el proceso de eliminación de residuos, el primero consiste en la reducción, el cual busca producir una menor cantidad de desechos, el segundo es la reutilización, es decir, volver a usar un objeto para el fin con que se creó y el cuarto consiste en la recuperación energética en plantas como las incineradoras.
Pero el reciclaje no está solo ligado a los materiales antes mencionados, ya que también se puede llevar a cabo esta práctica con recursos renovables, estos son aquellos cuya cantidad puede mantenerse o aumentar en el tiempo como lo son las plantas, los animales, el agua y el suelo pues ayudan a disminuir el consumo de energía. Igualmente cuando se consuman menos combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural, se generará menos CO2 y por ello habrá menos lluvia ácida y se reducirá el efecto invernadero.
Bogotá es líder a nivel nacional en el tema del reciclaje, tanto así que el gobierno nacional busca implementar este mismo sistema en otras ciudades del país, el programa Basura Cero ideado por la actual Alcaldía se orienta a minimizar el impacto de los escombros y los residuos sólidos, incluyendo los residuos especiales y peligrosos, generados por la ciudad sobre el ambiente y la salud de los ciudadanos.
Con este programa se busca hacerle frente a varios de los problemas acumulados que vive la ciudad, entre ellos el brindar a las futuras generaciones de bogotanos la posibilidad de vivir en un ambiente menos contaminado, ofrecer oportunidades de trabajo digno a cerca de 20.000 personas que no tienen otro medio de sustento y fortalecer los procesos productivos de las industrias de la ciudad.
Basura Cero tiene dos ejes fundamentales, concientizar a la ciudadanía de la importancia de realizar la separación de residuos en la fuente mediante el uso de bolsas blancas y negras, lo cual según cifras de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) permitió el año pasado reducir en cerca de 55.000 toneladas los volúmenes de desechos que van a parar al Relleno Sanitario de Doña Juana, los cuales, al acumularse, emiten gases tóxicos que contaminan el ambiente e impiden el aprovechamiento de residuos que podrían ser reutilizados para generar dinámicas económicas. Así mismo el programa se basa en reconocer la importancia del trabajo de los recicladores ya que se apuesta por generar inclusión social dignificando su labor, haciéndoles un reconocimiento económico por el servicio que prestan a la ciudad y a sus habitantes.
“Debemos hacer un esfuerzo muy grande por consolidar el modelo de aseo, en ese marco también hay unos escenarios que se han venido trabajando y son los que vamos a retomar para saber cuáles son las condiciones adecuadas de desarrollo e impulso del modelo de aseo de Bogotá”, explicó Ilva Nubia Herrera, Directora de la UAESP, así mismo indicó que se está revisando todo el esquema de reciclaje de Bogotá y la incorporación de organizaciones de recicladores autorizados, para determinar las condiciones en que el proceso deba seguir.
Dentro de las cifras que se manejan en la ciudad con respecto al reciclaje, cabe destacar que se cuenta con cerca de 20.000 recicladoras y recicladores quienes con su labor sostienen sus respectivos hogares, de estos, 7000 se encuentran afiliados a 180 cooperativas y asociaciones, el resto son independientes, Bogotá genera diariamente 6.400 toneladas de desechos que equivalen a dos mil millones de pesos al año, el año anterior se recuperaron más de 54.000 toneladas de material reciclable comprendido entre papel, vidrio, cartón, plásticos y chatarra, así mismo se entregó más de 5.300 millones de pesos a los recicladores por su labor permitiendo así dignificar su trabajo.
Actualmente se busca generar una conciencia del reciclaje en los habitantes de Bogotá mediante el uso de la bolsa blanca en las cuales estarán destinados los residuos reciclables: papel, cartón, vidrio, plástico, metal, tetrapak y textiles, estos deben estar limpios y secos y en la bolsa negra, todo lo demás es decir residuos orgánicos, sanitarios, entre otros.
Todos los ciudadanos pueden contribuir sobre el impacto de la transformación ambiental así como mitigar los efectos del cambio climático, mediante el uso de buenas prácticas de consumo, aquí algunos consejos:
• Utilizar bolsas de tela y disminuir el uso de bolsas de plástico.
•Comprar productos en envases retornables; evitar el consumo de productos desechables.
•Evitar productos que provengan de materia prima no renovable o de técnicas insustentables de extracción como metales, mármoles, petróleo, hierro, etc.
•Leer el etiquetado, preferir productos con sellos ecológicos y/o eco-amigables, de comercio justo, de agricultura familiar campesina y de organizaciones de economía solidaria.
•Preferir los productos envasados y/o elaborados con material reciclado
•Preferir los productos que puedan ser reciclados o que sean biodegradables.
•Antes de botar, donar muebles, artefactos, ropa, juguetes, libros, etc.; incentivar el trueque.
•Transformar los residuos orgánicos (incluyendo los residuos de la poda) en abono, a través de técnicas sencillas como el compostaje o lombricultura.
• Utilizar cartuchos de tinta recargables así como utilizar pilas recargables.
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